Condenación

¿Alguna vez te has encontrado saliendo de la iglesia, o de un tiempo de estudio Biblico, o de una visita a amigas, sintiéndote derrotado e inútil debido a pensamientos de condena en tu mente? Pensamientos como…

"Eres tan incómodo en grupos".

“Nadie quería hablar contigo”.

“Nadie te entiende realmente”.

“Todos los demás se disfrutan mucho, pero siempre te dejan fuera”.

"Tu contribución al grupo es innecesaria en el mejor de los casos".

“Nunca te explicas bien cuando hablas”.

"Hablas demasiado."

“Si te quedaras callado, al menos no ofenderías ni confundirías a nadie”.

“Los introvertidas como tú simplemente no se benefician tanto de estas reuniones”.

Estos son los tipos de pensamientos que me han atormentado a lo largo de mi vida, particularmente en torno a mis compañeros en la iglesia. Solía ​​pensar que era solo por lo introvertida y tímida que era. Pensé que era demasiado egocéntrica y que necesitaba dejar de pensar tanto en mis propios sentimientos. O a veces pensaba que solo necesitaba esforzarme más para ser sociable y amigable con los demás.

Sabía que la respuesta no era dejar de reunirme con otros creyentes debido a versículos Biblicos como Hebreos 10:25.

No dejemos de congregarnos, como es la costumbre de algunos, sino animémonos unos a otros; y con más razón ahora que vemos que aquel día se acerca.

Así que siempre busqué el crecimiento espiritual en comunidad, e incluso ayudé a otras mujeres a hacer lo mismo, invitando, alentando y aún dirigiendo estudios bíblicos. Pero muy a menudo, después de salir de la reunión, experimentaba una avalancha de pensamientos de condena como los de arriba. Tendría ganas de huir y esconderme en un lugar oscuro durante mucho tiempo para que nadie pudiera verme.

Luego, hace un par de semanas, después de experimentar un episodio particularmente difícil de esto, el Señor me presentó various versículos:

Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, Romanos 8:1

En esto sabremos que somos de la verdad, y nos sentiremos seguros delante de él: que aunque nuestro corazón nos condene, Dios es más grande que nuestro corazón y lo sabe todo. 1 Juan 3:19-20

Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes. Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto. Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos. Colosenses 3:12-15

Luego oí en el cielo un gran clamor: «Han llegado ya la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios; ha llegado ya la autoridad de su Cristo. Porque ha sido expulsado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios. Apocalipsis 12:10

Ustedes son de su padre, el diablo, cuyos deseos quieren cumplir. Desde el principio este ha sido un asesino, y no se mantiene en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, expresa su propia naturaleza, porque es un mentiroso. ¡Es el padre de la mentira! Juan 8:44

Y supe que Dios me estaba señalando que la CONDENACIÓN del enemigo es lo que estaba experimentando. Si voy a una reunión con otras personas y busco AMARLAS a través de mis acciones y palabras, entonces la paz de Cristo es Su regalo para mi corazón. Por el contrario, el enemigo siempre busca acusar y condenar y alejar a los hijos de Dios unos de otros.

Tenemos un enemigo muy real con estrategias astutas para lograr Sus malvados propósitos en el mundo.

Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. Efesios 6:12

Me parece que al enemigo le encantaría que los hijos de Dios asuman que a sus hermanos en Cristo no les agradan, que no quieren hablar con ellos, que están confundidos por ellos, prefieren los demás más que ellos, nunca los seguirían ni querrían ser guiados por ellos, etc. Le encantaría convencernos de:

• Manténgase alejado de los demás en la iglesia

• Manténgase alejado de los estudios bíblicos y las reuniones de grupos pequeños.

• Permanecer pasivo/tranquilo en esas reuniones

• Manténgase en un rol de seguidor en lugar de liderar de alguna manera.

• Ofenderse unos a otros y dejar de ir a las reuniones.

Pero, ¿qué nos dice Jesús? ¿Qué dice nuestro Padre AMOROSO?

• Venid a la luz (Juan 3:21)

• No dejen de reunirse (Heb 10:25)

• Tú perteneces (Juan 8:35)

• Deja que otros lleven tus cargas (Gal 6:2)

• Recibir sanidad en comunidad (Santiago 5:16)

• Sed redimidos en la familia y haced el bien de nuevo con afán. (Tito 2:14)

• Rechazad la esclavitud al pecado y corred hacia la libertad (Gálatas 5:1)

• He barrido como una nube tus ofensas. (Isaías 44:22)

• Arrepiéntanse, vuélvanse y experimenten DESCANSO de Cristo (Hechos 3:19-21)

• Sé restaurado en mansedumbre. (Gálatas 6:1)

Vengan a mí todos ustedes, los agotados de tanto trabajar, que yo los haré descansar. Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para su alma; porque mi yugo es fácil, y mi carga es liviana.» Mateo 11:28-30

En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor lleva en sí castigo. Por lo tanto, el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. 1 Juan 4:18

Dios nunca envía a Sus hijos a un lugar oscuro y temible de vergüenza y escondite. Esos son algunos de los dolores y sufrimientos que Jesús tomó sobre sí mismo en la cruz por nosotros. Isaías profesó acerca de Jesús diciendo:

Será despreciado y desechado por la humanidad entera. Será el hombre más sufrido, el más experimentado en el sufrimiento. ¡Y nosotros no le daremos la cara! ¡Serámenospreciado! ¡No lo apreciaremos! Con todo, él llevará sobre sí nuestros males, y sufrirá nuestros dolores, mientras nosotros creeremos que Dios lo ha azotado, lo ha herido y humillado. Isaias 53:3-4

Así que he comenzado a compartir esta lucha con otros en mi vida, teniendo su ayuda en oración para vencerla, y predicándome la verdad cada vez que siento esos pensamientos de condenación. Y hasta ahora esta estrategia de defensa ha tenido resultados sorprendentemente exitosos. He podido caminar con confianza en compromisos sociales con mis hermanos y hermanas, experimentar descanso de la ansiedad en su presencia y alejarme sabiendo que mis hermanos en Cristo me aman, me quieren e incluso me necesitan, sin mencionar que soy PROFUNDAMENTE AMADOS y DESEADOS por mi Padre Celestial.

¿Has experimentado batallas espirituales en tu mente como esta?