Corriendo En La Niebla
Esta mañana estaba bastante nublado en la montaña donde fui a correr con mi Padre Dios. Mi mente también estaba nublada. Me siento tan infantil e inseguro acerca de tantas cosas en estos días. Cuando era una niña al menos el camino delante de mí se sentía claro. Obedecer a los padres, obtener buenas notas en la escuela, ayudar a mis hermanos y disfrutar del tiempo libre con amigas. Los detalles de mis actividades diaria eran manejados por mis padres. Extraño la sencillez y la confianza en la vida que disfrutaba entonces.
Así que le dije a mi Padre: “¡Háblame Dios! Necesito escuchar Tu voz que me guía y me tranquiliza”.
Y mientras corría hacia la niebla, Él inundó mi mente con una impresión autorizada y generadora de paz—características que he llegado a asociar con Su voz. “Todo el mundo corre en la niebla como tú, Laura. Soy el único que ve claramente el futuro. Déjame ser el que nos guíe.”
“El corazón del hombre pondera su camino, pero el Señor le corrige el rumbo.” Proverbios 16:9
«Yo te voy a hacer que entiendas. Voy a enseñarte el camino que debes seguir, y no voy a quitarte los ojos de encima. No seas como los caballos ni como las mulas, que no quieren obedecer, y que hay que sujetarlos con la brida y el freno, pues de lo contrario no se acercan a su amo.» Al malvado le esperan muchas aflicciones, pero la misericordia del Señor acompaña a todos los que confían en él.” Salmos 32:8-10
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