Muñecas, Mercados Imaginarios y Adoración
Cuando era una niña, disfrutaba de muchos tipos diferentes de juegos. Cuando era muy pequeña, mis padres pusieron música en un estéreo y mi hermana y yo "bailamos." En realidad, creo que estábamos corriendo en círculos por la habitación.
Con frecuencia jugaba con muñecas e inventaba escenarios en los que interactuaban entre sí. Estos escenarios generalmente incluían una madre, un padre, hijas y amigas, que disfrutaban juntos de todo tipo de aventuras.
Me encantaba jugar al aire libre. Regularmente trepaba a un árbol en nuestro jardín trasuro, y a menudo buscaba caracoles en la hierba. Me encantaba encontrar 2 o 3 y crearles un hogar con hojas, césped y palitos.
Cuando yo tenía 10 años, ya tenía 3 hermanos menores y disfrutaba mucho dirigiendo juegos imaginativos. Construimos fuertes en el bosque, coreografiamos producciones teatrales, creamos proyectos artísticos elaborados y regularmente convertimos nuestra sala de estar en un mercado donde pretendíamos vender nuestros productos entre nosotros.
A pesar de lo única que fue mi infancia, imagino que muchos probablemente puedan identificarse con algunas de las actividades que disfruté. De niños, creo que, naturalmente, nos encanta crear, descubrir y explorar, representar aventuras y diseñar juegos. Tiene mucho sentido que reflejemos la creatividad y el orden de nuestro Creador.
¡Y creo que a Dios Le encanta! Cuando bailé, pinté y diseñé juegos como niña, creo que mi Padre Celestial recibió estas cosas como adoración, porque yo lo estaba reflejando, incluso si no lo sabía yo. Dios nos creó para adorar. Es uno de los aspectos más centrales de quiénes somos como seres humanos. ¡y no puedo esperar para ver todas las formas creativas en que lo adoraremos en el cielo algún día!
Su palabra dice:
A todos los que llevan Mi nombre. Yo los he creado. Yo los formé y los hice para gloria Mía… A este pueblo lo he creado para Mí, y este pueblo proclamará Mis alabanzas. ~ Isaias 43:7y21
Creo que Cusco es un hermoso testimonio de esta verdad. ¡Nunca he visto a ningún grupo de personas adorar tan completa y constantemente como la gente de Cusco! Adoran y celebran a sus deidades incansablemente, gastando grandes cantidades de tiempo, energía, dinero y recursos. Desde el momento en que sus hijos pueden caminar participan en bailes y canciones, vistiendo trajes festivos en devoción a sus dioses. Mis propios compatriotas tienen mucho que aprender de los suyos sobre la adoración.
Pero amigos, por favor no desvíen su adoración olvidándose de los otros versículos de Isaías 43 en los que Dios construye un caso contra todos los demás dioses además de Él:
No ha habido ningún dios antes de Mí, ni lo habrá después.—Palabra del Señor. Sólo Yo soy el Señor, y fuera de Mí no hay quien salve. Yo anuncié, Yo salvé, Yo di a saber. Nunca hubo entre ustedes un dios ajeno. Así que ustedes son Mis testigos de que Yo soy Dios.—Palabra del Señor. Yo soy Dios desde el principio. Nadie puede librar a nadie de Mi mano. Lo que Yo hago, ¿quién puede impedirlo?... Recibiré la honra de las fieras salvajes, de los chacales y de los pollos del avestruz, porque haré que brote agua en el desierto y ríos en el páramo, para que beba Mi pueblo escogido. A este pueblo lo he creado para Mí, y este pueblo proclamará Mis alabanzas. ~ Isaias 43:10b-13 & 20-21
Oh, Cusco, ¿dejarías que las maravillas de la creación te hablaran de Su abrumador amor y provisión para ti? Oh, si canalizaras todo tu talento creativo hacia la adoración de tu verdadero Rey. ¡Qué faro de belleza y verdad sería tu ciudad!
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