Oración Y Visión Láser

Cuando yo tenía diecisiete años y acababa de graduarme de la secundaria, mis padres me querían hacer algo especial para celebrar mi graduación, y mi mamá tuvo la idea de un día en el lago con un par de amigas. Esto es lo que escribí sobre la ocasión en mi diario:

25 de Junio, 2004

Ayer fue mi fiesta de graduación en el lago. Eramos solo Misty, Stephanie, Kelly, yo y nuestros papás (solo papás e hijas). Fue realmente divertido. En primer lugar, fue genial ver a Misty. Esa fue la segunda vez que la vi desde que regresó de Venezuela. Al principio iba a invitar a más amigas, pero luego decidí que sería más especial solo con Steph y Misty. Somos amigas muy cercanas ...

Hubo algunas respuestas realmente buenas a la oración sobre todo el asunto que lo convirtió en un día totalmente asombroso. Durante varios meses mi madre había estado orando sobre lo que deberíamos hacer para que mi graduación y finalmente pensó en la idea de padres e hijas, que resultó ser realmente genial. Luego, varios días antes de irnos, yo estaba haciendo mi devocional y oré para que Dios hiciera que el clima fuera realmente agradable ese día, o al menos durante la mayor parte del día para que pudiéramos pasar un buen tiempo.

*(En los Estados Unidos, Junio es un mes de verano y la lluvia es común.)

He estado leyendo el libro, “Oración: Pedir y Recibir” de John R. Rice, lo cual es realmente bueno. Realmente me ha desafiado a orar con fe y creer que Dios se deleita en conceder mis peticiones. Así que oré por el buen tiempo y, por alguna razón, realmente tenía la confianza de que Dios iba a conceder mi pedido.

Ahora, hace un par de domingos, en la clase de la escuela dominical de mi padre, él estaba enseñando sobre cómo si le pedimos a Dios algo y Él dice que sí, no deberíamos orar por ello nuevamente. Dio una analogía que me pareció buena. Si le pidiera a mi mamá que hiciera algo por mí y ella dijera que sí, debería tomar su palabra. Si volviera con ella en una hora y le preguntara de nuevo, probablemente se molestaría un poco porque ya dijo que sí. Si luego volvía por tercera vez, ella podría frustrarse conmigo. Si Dios me da la fe para orar creyendo que Él concederá lo que le pido, no debería volver a pedirlo, sino pensarlo como un asunto cerrado. Si Dios dice que va a hacer algo, lo hará. No necesito preguntar segunda vez.

De todos modos, Dios me dio fe para creer que me concedería mi pedido, así que decidí no volver a orar al respecto, a pesar de que aún faltaban varios días para el viaje. Eeso fue duro. Estuve tan cerca de pedirle a Dios de nuevo varias veces. Estoy tan acostumbrado a rezar las cosas una y otra vez. Sin embargo, no volví a preguntar, y ayer, cuando por fin fuimos, el clima era perfecto. Estuvo soleado la mayor parte del día y nublado hacia el final. Hacía solo un poco de calor y el agua era maravillosa. No podría haber pedido un mejor día. ¡Dios es muy bueno!

Esa fue una respuesta asombrosa a la oración, pero Dios hizo un milagro aún mayor mientras estábamos allí. Así es como he llegado a ver respuestas a oraciones como esa. Algunas personas dicen que Dios no elige hacer milagros ahora como lo hizo en los tiempos bíblicos, pero después de ayer no tengo ninguna duda de que Dios no ha cambiado en absoluto. Simplemente no tenemos la fe. Creo que si la gente esperara cosas como las que sucedieron en los tiempos bíblicos, sucederían y tal vez incluso en mayor medida. En uno de los libros evangelios de la Biblia (no recuerdo dónde ahora) Jesús les dijo a sus discípulos que con el Espíritu Santo harían cosas aún más grandes en Su nombre que Él mismo. Creo que fue en el mismo lugar donde dijo: "Dirás a esta montaña que mueva, y se hará". (o algo así).

Bien, ahora les contaré lo que pasó. Más tarde en la tarde estábamos viajando en un bote alquilado y encontramos una isla que tenía una cuerda atada a una rama sobre el agua así que fuimos y jugamos en ella por un rato. Fue muy divertido. Los papás se turnaron para permanecer en el bote mientras el resto de nosotros íbamos a jugar en el columpio.

Bueno, el papá de Stephanie trajo un artilugio de cuerda de remolque (no sé cómo se llamaba) que íbamos a necesitar para esquiar en el agua más luego. Mientras estabamos jugando en la isla, el aparato de conexión a la cuerda se cayó del bote y se hundió hasta el fondo del lago. El lago estaba bastante turbio allí junto a la isla, y supusimos que probablemente a unos 7 metros de profundidad donde se caer el aparato. El padre de Stephanie nos llamó en la isla preguntando si alguien tenía gafas de natación. Yo había traído un par, así que nadé hasta el bote para buscarlos.

Misty también nadó al barco. Le di mis gafas e iba a intentar nadar hasta el fondo para encontrar el conector. La pobre Misty buscó una y otra vez. Bajé con ella un par de veces, no para ayudar (porque no tenía gafas y tenía que mantener los ojos cerrados), sino solo para tomar su mano y darle apoyo moral mientras bajaba. No pude contener la respiración por mucho tiempo. No había nadado en mucho tiempo y nunca había sido bueno para contener la respiración por mucho tiempo.

Fue un poco aterrador ir allí. Nuestros oídos se pusieron muy doloridos. Misty se veía como si tuviera mucho dolor después. Todos oramos para que Dios nos ayudara a encontrarlo, pero parecía desesperado. El agua estaba tan sucia y tan profunda. Incluso con las gafas puestas, solo podía ver una corta distancia frente a mi cara. Parecía que nadaría hacia abajo por un tiempo, pero nunca pude ver nada más que agua sucia frente a mí. Ni siquiera pude ver el fondo. Quizás fue porque estaba asustado. No sé.

Mas o menos rendimos. Todos volvimos al bote y yo me acerqué al costado del bote y miré hacia el agua. Le pedí a Dios que me mostrara dónde estaba para poder sumergirme y conseguirlo. Seguí escaneando el agua con atención, esperando que Dios me diera algún tipo de visión láser para poder ver a través del agua.

Entonces noté una pequeña luz que se reflejaba en el agua desde el cielo a poca distancia del bote. Estaba bastante nublado por ese tiempo, y Steph y Kelly dijeron que vieron un pequeño agujero en las nubes de donde venía la luz. La luz que se reflejaba en el lago era muy pequeña. Podría haberlo cubierto con mi mano. Tampoco estaba en el lugar donde se había perdido el conector, pero dije que teníamos que intentar buscar en ese lugar. Era como si Dios hubiera perforado un agujero en las nubes y hubiera señalado un lugar en el lago.

Le pregunté a Misty si quería intentarlo por última vez y me dijo que no. Creo que le dolían los oídos de tanto sumergirse. Así que agarré las gafas y fui al trasera del bote para bucear.

Me quedé allí durante uno o dos minutos hasta que volví a ubicar la luz. Cuando reapareció, me zambullí del bote. No se me ocurre una manera de describir con palabras lo increíble y espectacular que fue. ¡Bajé un tiempo y luego ahí estaba frente a mí! Lo agarré y nadé de regreso a la superficie sosteniéndolo muy por encima de mi cabeza. Nadando de regreso al bote, le agradecí a mi padre por haber tenido el privilegio de participar en un milagro.

He tenido algunas respuestas asombrosas a la oración antes, pero creo que fue, con mucho, la más asombrosa. Estuve casi temblando por un tiempo después de eso, fue una sensación increíble. Me siento tan indigno de que Dios hizo eso a través de mis oraciones. ¡Dios vino con nosotros en ese viaje y lo hizo maravilloso! ¡No creo que hubiera podido tener una fiesta de graduación mejor sin pasarla en el cielo! ¡Anoche no pude dormir por mucho tiempo con solo pensarlo! En mi mente todavía puedo ver ese pequeño artilugio rojo flotando un poco por encima del fondo del lago frente a mí. ¡Creo que es una imagen mental que nunca olvidaré mientras viva!

Este suceso en el lago fue, creo, una prueba de mi fe, que solo sirvió para fortalecerla aún más. Me sentí muy privilegiado de haber tenido la oportunidad de participar en una experiencia tan asombrosa y, sin embargo, también fue una lección para mí, porque me di cuenta de que si no hubiera persistido en la oración y presumido de pedirle a Dios lo imposible, no habría podido verlo obrar de una manera tan milagrosa.

¿Crees en milagros?